Estudio: adopción de la BNPL en el sur de Europa

Estudio: adopción de la BNPL en el sur de Europa

En 2020, la cuota de ingresos de comercio electrónico generados por BNPL era del 23% para Suecia y del 19% para Alemania.
Muy por detrás, esta cuota era del 2% para España e Italia, y del 4% para Francia. A diferencia del norte de Europa, que avanza hacia una sociedad sin efectivo, el sur de Europa sigue apegado al dinero en efectivo. Sin embargo, la pandemia ha acelerado enormemente la digitalización de los pagos, y con ella el uso de soluciones de pago fraccionado y aplazado.

En Francia, este retraso también se explica por la normativa vigente para los pagos a más de 90 días, que se consideran créditos con destino específico. Éstos requieren un proceso de compra más largo, y a veces documentos justificativos. Esto supone un claro obstáculo para algunos consumidores, que abandonan sus compras al verse ralentizadas. Otros, reacios al crédito, también desisten.
Sin embargo, la BNPL ya se ha hecho un nombre entre los consumidores. Las previsiones son claras: vamos a asistir a una explosión de este uso en el sur de Europa.

Algoan presenta los resultados de su estudio de uso "BNPL usage in Southern Europe", realizado con Happydemics durante el periodo comprendido entre el 26 de febrero de 2021 y el 3 de marzo de 2021 entre 4.401 encuestados mayores de 18 años. La muestra se encuestó mediante un cuestionario autoadministrado en línea.
Detalles de la población encuestada:
1071 franceses / 1011 españoles / 1083 italianos / 1236 portugueses

Una población atraída por los pagos fraccionados

Aunque la BNPL aún no representa la misma cuota de mercado que en Alemania y Escandinavia, ya ha sido probada y aprobada por la mayoría de la población latina. Más de un francés de cada dos ya ha utilizado el pago fraccionado o aplazado al realizar una compra física u online.

El 40% de los españoles y el 33% de los italianos también han utilizado estos medios de pago.
Los portugueses se muestran más prudentes, ya que sólo el 25% ha caído en la tentación. Estas tasas de adopción se explican por la llegada tardía de los operadores de BNPL al sur de Europa; Klarna, que acaba de anunciar su llegada a Francia, no se estableció en España e Italia hasta 2020. Portugal aún no se beneficia de una mayor competencia en el sector, lo que retrasa la introducción de estas soluciones.

En Francia, las entidades bancarias tradicionales tienden a competir con actores independientes como Alma o Pledg, que se están afianzando con los (e)comerciantes.
Si nos fijamos más detenidamente en el uso, se prefieren los pagos fraccionados a los pagos aplazados.

Lo utiliza el 30% de los franceses, 6 puntos más que en 2020, mientras que el pago aplazado lo utiliza menos del 20% de la población de los países encuestados.

Esta facilidad, que permite a los clientes pagar sus compras en 3 a 12 plazos, es especialmente popular entre la generación más joven, sobre todo entre los que tienen entre 18 y 34 años. Nativos digitales, consideran incluso que la BNPL es un criterio decisivo en su elección de minorista.

Una solución para lo inesperado

Para todos los países encuestados, el pago fraccionado o aplazado se cita en primer lugar como una ventaja en caso de gastos imprevistos y como una solución para evitar un descubierto inoportuno, que implicaría un coste adicional.
Muy relacionado, la posibilidad de realizar una compra anticipando las entradas de tesorería es el segundo factor citado por los encuestados como beneficioso. Los compradores ya no están obligados a esperar a final de mes para satisfacer sus necesidades o deseos.

Así pues, la BNPL se utiliza principalmente como medio para mejorar la gestión de la tesorería, sea cual sea el perfil de los compradores.

De hecho, un reciente estudio de Floa Bank realizado con Opinionway confirma esta tendencia, al afirmar que el 37% de las personas pertenecientes a las categorías socioprofesionales más altas han recurrido a este método en los últimos doce meses, frente al 24% de las personas no activas.

Esta constatación parece aplicarse únicamente en Francia. Entre los españoles, portugueses e italianos entrevistados, se observa que los que ya tenían un crédito al consumo son más propensos que los demás a pagar a plazos o aplazar el pago.

Miedo al sobreendeudamiento y a los costes ocultos

El principal inconveniente citado por los encuestados es el riesgo de sobreendeudamiento. Este temor está justificado, dado que se prevé que el número de casos de sobreendeudamiento en Francia aumente en el segundo semestre de 2021 (datos de mayo de 2021 del Índice Algoan: un análisis de la salud financiera de los prestatarios franceses basado en datos de Open Banking).

Más concretamente, en Francia, más de la mitad de los encuestados cree que estas facilidades de pago pueden suponer a veces costes más elevados de lo esperado, debido a gastos adicionales imprevistos.

Prueba del uso de estas soluciones de pago en tiempos de estrés financiero es el hecho de que a 4 de cada 10 encuestados (entre italianos, españoles y franceses) ya se les ha denegado el pago durante una transacción de "Compre ahora, pague después". Denegaciones por las que casi la mitad de los encuestados afirman no haber recibido una explicación clara.

Por tanto, los consumidores son en gran medida conscientes de los riesgos que generan estos medios de pago. Se trata de un argumento de peso, que demuestra que los consumidores estarían abiertos a una mejor regulación de la BNPL para limitar estos riesgos.

Todos los encuestados afirmaron que un análisis instantáneo de su situación financiera les tranquilizaría en el momento de la compra.

El segundo elemento de tranquilidad mencionado por los encuestados es la posibilidad de evaluar su capacidad de reembolso desde el sitio del comerciante. Se trata de dos necesidades que Open Banking puede satisfacer eficazmente.

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